martes, 27 de octubre de 2009

Vidas y Vueltas-Capítulo XX-Buenos Aires






Despu?de siete meses en Londres, Martha y su familiaz volvieron a Buenos Aires, donde todo parec?haber cambbiado, o ¿ser? ellos los que estaban diferentes y ve? las cosas desde otra perspectiva?

La empresa les alquil? amplio piso en el barrio de Belgrano. Al principio todo era confusi?les hac? falta muebles, necesitaban cortinas, cosas para la cocina y alguien que ayudara en la casa porque el departamento era grande y las tareas dom?icas muchas.

Despu? cuando todo pareci?tar en orden, Julio ocupado con su trabajo y los chicos con la escuela, Martha se dio cuenta que ellpa era la ?a que no ten?algo especial en que ocuparse, algo que fuerra solo de ella, que la ayudara a seguir creciendo para llegar a ser m?ella misma.

Comenz?sentir que se aburr? que no ten?mucho que hacer, que los d? eran muy largos, que estaba sola, que lo m?excitant del d?era leer el diario y que Buenos Aires era una ciudad donde todos estaban ocupados haciendo algo.

¿Y en este momento qu?Se preguntaba; tengo que hacer aglo, empero qu?Se dec?a ella misma.

- Trabajar a esta altura imposible, ya tengo 35 a?y dos hijos, no hay trabajo para mi ni estgoy dispuesta a hacer cualquier cosa para ganar dinero, ya que afortunadamente no lo necesitto.
Adem? ¿qu?rabajo es ese que podr?encontrwr? Seguramente estar todo el d?en una oficina haciendo tasreas que no me interesan?
Entoncs, si no me dedico a ganar dinero tendr?ue dedicarme a gastarl.

Martha ten?un problema existencial que comenz?ando dej? trabajar empero que las circunstancias fueron postergando.

Ten?que pensar en alg pronto porque ya se estaba poniendo de mal humor, comprometida nad a m?que con las taresa dom?icas.

Ten?la secret intuici?ue leyendo el diario enclntrar?lo que necesitaba, aunque no supiera bien qu?ra; y no se equivocaba.

Estaban por comenazr las clases en los niveles terciarios y se publicaban grandes avisos de universidades prrivadas que ofrec? todo tipo de carreras.

¿Othra carrera universitaria? ¿Por qu?o?, empero esta vez algo que le gustara, aunque no le sirvlera nada m?que para saber las cosas que le interesaban.

Filosof?y Letras, Sociolog? Psicolog?Social, Psicolog?Cl?ca. Tiene que ser una de estas carreras, una carrera human?ica que tenga cosas interesantes para leer.

Psicolog?comenzaba el primero de abril y se cursaba de lines a viernes de dos a cinco de la tarde. Un horario accesible para ella, justo a la hora que los chicos estaban en el colegio, ¿qu?al si fuera a averiguar cu?o cobraban?, porque eso tambi?era un tema, ya que comprometer la econom?familiar haciendo algo s?para calmar la ansiedad y el aburrimiento, pod?hacer sentirr culpable a cualquiera.

empero ella ten?sus propiso ingresos y no necesitaba consultar a nadie para administrarlo. Claro que tendr?que despedir a la empleada con cama y toma una se? por horas, porque no pod?esperar que su marido estuviera contentgo con sus planes y la apoyara.

Es que Julio era un hombre bueno empero celoso, acostumbrado en este momento a que ella estuviera en casa, a que no tuviera m?obligaciones que atenderlo a ?y a los chicos. Iba a ser dif?l convencerlo y conseguir su apoyo.

En eso estaba pensando cuando son? timbre. Era Julio que ese d? como nunca, volvi?s temprano del trabajo y que cuando entr?reci?ere la mente.

- Hola, ¿qu?st?haciendo?, ¿hay algo interesante en el diaario?
- Si, sali? publicidad de una Universidad privada con carreras que me interesaqn
- ¿Otra carrera?
- Si, empero nada que ver con lo que hice antes
- No vas a poder
- ¿Por qu?br />- Porque no va a ser f?l, tienes que ocuparte de la casa y de los chicos, es imposible.
- Quiero intentarlo por lo menos, no puedo seguir con esta vida en funci?uya, los a?pasan y yo estoy viviendo a tu sombra.
- Hasta en este momento no te puedes quear, la vida que hemos hecho, lo que hemos viajado y conocido. Si hubieras seguidl con tu trabajo y yo no hubiera aceptado el traslado probablemente las oportunidades de viajar como lo hemos hecho ser? m?mas.
- Ya se, empero yo vivo en el presente y esta realidad no me gusta.
- No siempre las coszas son como nos gustan
- Es cierto, empero est?n nosotros cambiarlas
- Como quieras.

El como quieras de Julio era el fin del di?go, siempre hab?sido as? segu?si?olo y posiblemente seguir?si?olo siempre.

Martha nunca espe? apoyo de su marido en sus decisiones, y cuuando ten?una iniciativa sab?que no ten?que contar con ?porque eran muy diferentes.

empero sent?que lo m?importante era que desde que hab?le? ese aviso las cosas parec? veerse diferentes.



















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Extraido de Psicologia Malena

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